Se piensa que su nombre, Saluki, deriva del de la familia real de los Seléucidas, cuyo inmenso reino durante los años 350-50 a.C. se extendía desde el Indico al Mediterráneo. La tradición dice que esos reyes magnificentes favorecieron la cría de los lebreles de flecos. La raza se propagó notablemente gracias a las numerosas caravanas que transitaban a lo largo del reino, lo cual explica su difusión actual prácticamente en todo el vasto territorio del Medio Oriente; de Anatolia a Persia, del Mar Caspio hasta la península de Arabia.
Esta razas de perros, el Saluki, la conforman perros elegantes, de construcción ligeramente alargada, cuyo equilibrio de fuerzas expresa vigor, perseverancia y agilidad, cualidades que lo hacen apto para movimientos flexibles y rápidos para la caza a la vista ya sea en un suelo rocoso o de arena húmeda. Su pelo liso baila al compás del viento cada vez que arranca a correr, donde se muestra ligero con un movimiento muy flexible y aéreo.
Da la impresión de tener un temperamento muy calmado llegando al punto de considerarlo casi melancólico, lo que dura justo hasta el momento en que se le da libertad de movimiento. Es reservado frente a extraños y a todo aquello que es insólito; no es nervioso, ni miedoso, y mucho menos agresivo.
Tiene un promedio de vida de 14 años, a lo largo de los cuales será una gran compañía para su amo, aunque le exigirá un cuidado constante; caminatas y paseos para poner en práctica sus habilidades y canalizar la energía que como a todo cazador, le es característica.
En espacios amplios y entre familias cariñosas, el Saluki será una gran mascota.