El hecho fue descubierto en Scarborough, una localidad en Inglaterra, donde el fotógrafo Graham Rhodes quedó atónito ante la imagen de este pobre animal herido.
Según informó el diario británico MailOnline, este sería el segundo caso ocurrido en el barrio de Burr Bank, luego de que otra gaviota fuera encontrada con un ala herida.
“Mi principal preocupación es que hay alguien caminando por las calles de Scarborough con una ballesta y se dedica a disparar a los pájaros”, dijo Rhodes.
El fotógrafo indicó que ellas no serían las únicas víctimas de estos peligrosos “juegos”. “Si están disparando a las gaviotas en el cielo y los dardos perdidos tienen que ir a alguna parte y podría sacar el ojo a alguien”.
Asimismo, aseguró que aún le parece difícil de creer que el pájaro siga volando con ese objeto incrustado en la cabeza porque el peso debería limitarlo en su movimiento.
“Es notable que la gaviota con el perno en su cabeza sigua volando, porque el objeto podría haber golpeado el cerebro o la fractura de su cráneo», añadió.