En el año de 1935, los arqueólogos que se encontraban trabajando en el gran cementerio al oeste de la pirámide de Keops, en Giza, encontraron una inscripción en la que se recogía un perro así, llamado Abuwtiyuw, el cual había sido enterrado con toda la ceremonia ritual de un gran hombre de Egipto por orden de los reyes del alto y bajo Egipto.
Se piensa que éstos Hounds fueron llevados a Malta y Gozo por los fenicios; años más tarde arribó por primera vez a Gran Bretaña, donde posteriormente fue establecido su estándar, en 1968 cuando se llevaron ocho ejemplares desde Gozo y Malta, y pronto fue reconocido en toda Europa.
Con el pasar del tiempo ha resultado ser, para sus amos, un can de gran lealtad apreciado por su compañía y buen trato con los niños, además de la confianza que ofrece su característica de perro cazador, por lo que está siempre atento al cuidado de los suyos de todo aquel que no le inspire seguridad.
En cuanto a los cuidados que deben brindárseles a los ejemplares de esta raza, lo más importante es el ejercicio diario, ya que provienen de la rama de los galgos, que son perros ágiles y vivaces que no pueden adaptarse al sedentarismo, por lo que también es de vital importancia que su desarrollo se de en espacios amplios, donde puedan poner en práctica sus agudos sentidos de olfato y la audición.
La leyenda cuenta que este es el perro que los faraones egipcios tanto admiraban, por lo que es orgullo de Malta que esta sea la raza nacional, donde también se le conoce como Kelb-tal Fenek o perro conejero.