Luego de mil años, el “Frisón” mejoró su aspecto y demostró sus habilidades como un caballo fuerte, resistente, dócil, de trote rápido y elevado, además, tiene la facilidad de flexionar las articulaciones.
Por estas razones fue el animal ideal para participar en las famosas “Cruzadas” de la historia cristiana. También se tiene conocimiento de que fue el caballo de guerra de los alemanes pero con el posterior cruce con los caballos andaluces mejoró su estirpe.
Sin embargo, la época de gran esplendor del “Frisón” ocurrió durante los siglos XVIII y XIX debido a la alta demanda de caballos para las tareas agrícolas pero la popularidad decayó en la primera mitad del siglo XX, cobrando relevancia en la Segunda Guerra Mundial, ante la falta de vehículos motorizados y el combustible.
Las características físicas del “Frisón” son la cabeza larga y elegante. Presenta un cuello arqueado con la crin larga. El cuerpo es fuerte, compacto y musculosos pero sus extremidades no son muy largas. Tienen una altura que oscila entre los 150 y 155 centímetros de alto.
En relación al temperamento, se puede afirmar que posee un carácter gentil, activo y sociable. En los libros de historia se menciona la participación del “Frisón” en los circos como entretenimiento para los espectadores debido al exótico color negro, actividad que siguen desempeñando hasta la fecha. También se les puede ver en exhibiciones, concursos o simplemente como pasear.
Continúa siendo muy popular en su país de origen (Holanda), la cría del “Frisón” está ubicada en la comarca holandesa de Friesland, donde goza del cariño y la admiración de los pobladores.