Como suele suceder en la mayoría de aves, reconocer el sexo de las Ninfas es una tarea difícil, incluso para los expertos y profesionales que se dedican a la crianza de estos simpáticos animalitos. Un método que se utiliza con frecuencia es identificar al macho de acuerdo a sus colores. En este caso los colores más vivos y vistosos corresponden a las Ninfas de sexo masculino. Un dato adicional: los machos empiezan a cantar a los tres meses de edad.
En cuanto al tema de la nutrición los criadores de Ninfas no se complican la vida con la alimentación porque estas aves son “granívoras”, por lo tanto, no es difícil proporcionarles una dieta balanceada rica en alpiste, avena, mijo, frutas (manzanas, pera, plátanos), verduras (lechuga, acelga, zanahoria) y cáscara molida de huevo duro, para aportar la dosis de calcio.
Es importante que vivan en jaulas cómodas y seguras, que las protejan de temperaturas extremas (frío y calor). Por ejemplo, para criar a un par de Ninfas lo recomendable es una jaula de 1 metro de ancho x 1 metro de largo, así se evitarán peleas y enfermedades.
Asimismo es bueno saber que durante el cortejo el macho es quien pone a prueba su encanto demostrando las cualidades de su canto, siempre con la ayuda de alegres movimientos de alas.