Las personas con problemas de adicción, suelen tener serias dificultades para expresar cierto tipo de emociones. Los perros facilitan mucho este aspecto. El cuidar un perro implica una responsabilidad, cosa que estas personas es algo que muchas veces nos han desarrollado.
En algunos lugares se les enseña adiestramiento. Esto significa también, además de la propia ventaja de comunicación de sentimientos, una posible salida laboral de futuro, una vez superada la enfermedad.
Si bien depende del caso en particular, los resultados parecen ser muy buenos.