La cataratas en perros no es un problema poco frecuente y puede verse en todas las edades, ya que existen las cataratas congénitas, que el cachorro padece desde su nacimiento. Sin embargo, al igual que en los humanos, en la medida que el perro envejece se vuelen más frecuentes.
Las cataratas se deben a un aumento de la opacidad del cristalino, que es algo así como la lentilla natural que tiene el ojo.
Este tratamiento lo que hace es sustituir ese cristalino dañado, por una lentillas intraoculares que permiten recuperar en gran medida la visión.
No todas las cataratas afectan en igual medida la visión del perro, por lo que no es necesario operar a todos los perros que tienen este problema. Sin embargo, para otros es la única solución.
En caso de tener un perro con cataratas es importante consultar con el veterinario para que lo derive, si es necesario, a un centro donde se hagan este tipo de cirugías.