Las autoridades japonesas hallaron cesio radiactivo en dos ballenas en una ciudad de la isla de Hokkaido, al norte del país, específicamente a 650 kilómetros al noreste de la planta nuclear de Fukushima, la cual quedó en ruinas tras el terremoto que azotó Japón el pasado 11 de marzo y que ocasionó la filtración de material radioactivo.
Los investigadores examinaron seis de las 17 ballenas capturadas supuestamente con fines de investigación en la ciudad de Kushiro y detectaron 31 y 24,3 becquereles (unidad de medición de la radiactividad) de cesio radiactivo por kilogramo en los dos ejemplares, informó la agencia Kyodo citando a una asociación ballenera.

Mientras el nivel de las sustancias radiactivas sigue estando por debajo del límite de 500 becquereles por kilogramo, la asociación cree que la contaminación fue provocada por la planta de Fukushima, según Kyodo.
En 1987, Japón dejó de comerciar ballenas, cumpliendo con la moratoria internacional que entró en vigor en 1986. Sin embargo, ha utilizado una laguna en el acuerdo para continuar capturándolas, bajo la premisa de hacerlo con fines de investigación.