Entre los restos hallados en la cordillera del Himalaya, al suroeste de la meseta tibetana, figuran un cráneo completo, varias vértebras y la mandíbula inferior de un rinoceronte lanudo.
Estos rinocerontes, indican los investigadores, habrían desarrollado características especiales para enfrentarse a su duro entorno: utilizaban su cuerno para remover la nieve y encontrar vegetación, y tenían una densa capa de pelo que los ayudaba a soportar el frío.
“Estoy convencido de que lugares muy fríos, como el Tibet, el Ártico o la Antártida proporcionarán descubrimientos inesperados en el futuro, porque son lugares muy inexplorados”, indicó Xiaoming Wang, del Museo de Historia Natural de Los Ángeles, en declaraciones reproducidas por la página web de El Mundo de España.
Por su parte, Richard Lane, de la Fundación Nacional de la Ciencia, indicó que “el hallazgo aclara el origen de los rinocerontes lanudos, y quizás también de otras especies gigantescas que ya no existen y pudieron surgir en el Himalaya durante el Plioceno”.
Los paleontólogos también descubrieron restos de especies extintas como el caballo de tres dedos, carneros azules, antílopes tibetanos, leopardos de las nieves más de 20 especies más de mamíferos.
El estudio completo se publicará este viernes en la revista Science.