“Gasto mucho tiempo fuera de casa. Los perros necesitan atención y yo ya no se la puedo ofrecer. Fue una decisión muy difícil pero la tuve que aceptar porque sé que es lo mejor para mi perro”, dijo Thompson a el Sunday Express, citado por el Huffington Post Green.
El can, junto un perro blanco de 13 años de edad llamado Porridge, fue entregado a la organización German Shepherd Rescue con la finalidad de encontrar un nuevo dueño. La condición es adoptarlos juntos.
“Mi papá contactó a German Shepherd Rescue porque se dio cuenta que no tenía más tiempo para cuidar de nosotros correctamente. Su trabajo lo lleva lejos de casa y, aunque sus amigos y familiares trataron de ayudarlo a cuidar de nosotros, no estábamos recibiendo los paseos o las cepilladas a las que estábamos acostumbrados”, reseña la biografía de Berry.