La educación del perro que es utilizado para seguridad apunta, según los especialistas, a "crear una buena relación del perro con el dueño y mejorar la conducta, además de enseñarle al animal cómo reaccionar ante una situación de riesgo real".
"De acuerdo con ese objetivo, se trabaja tanto en el aprendizaje del perro como en la educación de los dueños. Por eso siempre es necesario hacer el entrenamiento con los dueños, para que ellos también vean cómo reacciona el perro y qué es lo que tienen que hacer en todo momento", señaló Eduardo Chiappani, instructor profesional.
Lo mismo explicó Pablo Bernardelli, para quien "lo primero que hace falta es saber si el perro responde al dueño y si está adiestrado en obediencia, porque sino no se lo puede entrenar. Un perro que domina al dueño y le discute la territorialidad puede ser muy peligroso".
En cuanto a las edades a las cuales se puede empezar a educar al perro, los especialistas marcaron que existen tres etapas para el aprendizaje.
"Entre los dos y los cinco meses de vida, hay que realizar la educación del cachorro, que se refiere a cuestiones muy básicas que después van a servir para los pasos posteriores. Ya entre los cinco y los siete meses puede comenzar el entrenamiento de obediencia, que se da en una etapa en la que se define el carácter del animal, para poder comenzar recién después de eso con la educación para seguridad", detalló Chiappani.
En promedio, se utilizan entre 10 y 20 clases para preparar a un perro de seguridad.
Cada clase suele durar menos de media hora. Esto, tal como señaló Chiappani, se debe a que "el entrenamiento se hace con mucha intensidad, simulando situaciones de riesgo reales, y eso desgasta mucho al perro, por eso no se puede hacer durante un tiempo muy largo".