Otro tipo de “caza” que debe evitarse es cuando perseguimos al perro cuando lleva en la boca un calcetín o media o cualquier otro objeto que no debería haber cogido. “Normalmente el perro corre por la casa con un calcetín o media en su boca y los niños le persiguen”, dice Lindsay. “El perro cree que tiene el control de la situación y se muestra muy posesivo del calcetín, o media hasta que finalmente se le sujeta o se le acorrala, siendo éste el típico momento en que suelen morder”.
“El impedir que coja algo” es otro juego a evitar. “Es un problema porque inicia una competencia entre tú y tu perro”, según Wright. “Si tiene un palito que quiere impedir que toque su perro. La única manera que tiene el perro de atrapar el palo es con su boca. Si accidentalmente nos muerde y entonces soltamos el palo, el perro llega a la conclusión que el mordisco es una buena manera para conseguirlo, y por tanto tenderá a morder en futuras ocasiones.”
Evite los juegos en los que uno es el ganador y el otro el perdedor. Los mejores juegos, según Wright, son los que tanto tú como tu perro resultan ganadores.
¿Que tal jugar a tirar cada uno del extremo de una cuerda?
“Si su perro no muestra signos de agresión durante el juego en general, y si no es una raza especialmente grande o fuerte, no hay problema en estirar cada uno del extremo de una cuerda”, afirma Overall.
Recuerde que muchos perros gruñen cuando juegan al tirar de los extremos de una cuerda, y si no estamos seguros de si es un gruñido “amigable” o agresivo, mejor evitar este juego.
El tirar de los extremos de una cuerda debe jugarse “siguiendo unas reglas” para ser constructivo. Esto es, el propietario debe iniciar el juego, y debe ser capaz también de finalizar el juego cuando sea necesario. Para empezar el juego, sujete la cuerda y ordene al perro que la coja. Si el perro agita el juguete, ordénele que lo suelte, y que se siente. Cuando lo haga, puede volver a jugar. Cuando acabe, guarde el juguete.
“Si deja el juguete a su alcance, el perro lo agarrará y pensará que ha ganado porque ahora él tiene el objeto de valor por el cuál los dos han estado luchando; y ello no ayuda a su imagen de líder” explica Myers.
El tipo de juego ideal se basa en ayudar a mantener en forma a tu perro y a mostrarle su papel en la familia. Pero el juego no sólo beneficia a tu perro. Pasamos la mayor parte del día preocupados por el trabajo, viajes largos y otros problemas del día a día.
“Cuando juegas con tu perro, se evade de todos sus problemas … al menos durante un rato”, comenta Wilson. “Puede que sea el único momento del día en el que se lo pase bien. Pero además, podremos liberar estrés … y nuestro perro también.” Y esta es una situación en la que todos ganan.