Los expertos explican que los perros y los gatos sufren la ausencia de su dueño, se entristecen, deprimen y se muestran inapetentes.

Por ello, indica que es necesario que los demás miembros de la familia le den amor y cuidado.
“La recuperación de un animal, cuyo dueño recién ha fallecido, es lenta y progresiva. Necesitará de amor y varios momentos de distracción para que no se sienta estresado y ansioso, sentimientos que también pueden arrastrarlo a la muerte”, sostiene.
Indica que tras el lamentable suceso, es indispensable que una persona afín al animal reemplace el rol que cumplía su ex amo y le brinde esa seguridad que añora. Esta labor requerirá de mucha dedicación, paciencia y amor, pues debido a la severa depresión que atraviesa la mascota, le será difícil confiar en alguien “de buenas a primeras”. Una vez que el animalito forme cierto vínculo con su nuevo protector, los profesionales aconsejan no defraudarlo. Por ejemplo, viajar y abandonarlo varios días, ya que volverá a sentir la soledad e inestabilidad. Con ello es probable que no vuelva a confiar, tornándose agresivo.