Si ve que su mascota se aísla, reacciona con violencia o, de pronto, inicia acciones que no estaba acostumbrado a hacer, es probable que esté deprimida.
Según especialistas en psicología animal, gran parte de las depresiones caninas tiene mucho que ver con los amos. Si no le prestan atención y lo relegan a un segundo plano, el perro se sentirá rechazado, no admitido en su núcleo familiar y, en consecuencia, entrará en crisis.

Por ello, ante la sospecha de que el can puede estar cayendo en una crisis depresiva, lo recomendable es consultar a un especialista.
De todas maneras, el mejor “antídoto” contra la depresión es mantener vivo el contacto con el perro y la actividad. Con esta actitud, el animalito se sentirá apreciado y atendido. Si no puede estar con él, la radio o la televisión pueden suplir temporalmente su presencia.
Acuerdate que tener una mascotita significa mucha responsabilidad, amalo, cuidalo, respetalo, asi tu y tu mascota podran ser mejores amigos.