Al respecto, la Association Avian Veterinarians (EE.UU), indican que si encontramos el huevo en la parrilla (suelo) de la jaula, puede significar que la hembra, sin necesidad de tener un macho cerca, estuvo en celo, pero no necesariamente hubo fertilización. “Podría tratarse de un huevo infértil y para despejar la duda se le debería observar con un ovoscopio (aparato para examinar el huevo y comprobar si fue fertilizado)”, afirman los especialistas.
Si la hembra está sola en la jaula, el huevo tendrá que desecharse. Definitivamente, si en la jaula hay una pareja y encontramos un huevito podría ser momento de ir armando un nido. No obstante este primer huevo debe desecharse y esperar que los próximos que aparezcan sean empollados por los futuros padres.
¡NO LO HAGA!
Si tiene una pareja de aves en la jaula y encuentra un huevo, pero este se ha roto o rajado, no intente repararlo pegándolo con algún tipo de goma o, como hacen algunos dueños no entrenados, sellándolo con esmalte de uñas. Con ello no logrará nada.
Tampoco albergue muchas esperanzas si pretende salvar un huevito usando el calor de una lámpara; es decir, haciendo las veces de incubadora.
Calentar un huevo con esta potencia no le servirá. En el mercado existen para este fin incubadoras especiales para aves, son las que usan los profesionales.
Le recomendamos que, sea cual fuere la situación a la que se enfrente, no se arriesgue y consulte con su veterinario de confianza cuáles son los procedimientos a seguir.