El psicólogo Ross Flom y sus compañeros mostraron a varios niños de seis meses fotos de perros tranquilos y otras fotos de los mismos perros enfadados. Después de enseñarles las imágenes reprodujeron ladridos de los perros cuando estaban tanto felices como enfadados. Los pequeños siempre observaban fijamente la imagen correspondiente al ladrido momentos después de escucharlo. Flom asegura que “Los bebés son capaces de identificar el estado de ánimo de un canino con sólo escucharlo ladrar”.
El psicólogo Flom explica que “Las emociones son una de las primeras cosas que aprendemos a reconocer en nuestro entorno social” Asímismo mencionó que “Escogimos a los perros porque son animales altamente comunicativos, tanto en sus posturas como en sus ladridos”.