Al estudiar los restos fósiles, se halló que el pre-dedo se habría desarrollado hace unos 40 millones de años, cuando los paquidermos aumentaron de tamaño y comenzaron a vivir en medios terrestres pues se cree que sus ancestros eran acuáticos.
Sin embargo, un riguroso examen halló que dicha protuberancia era muy similar a otro hueso inusual que se encuentra en las patas delanteras de los pandas. “Ese hueso, que no es exactamente un dedo extra pero realiza las funciones de uno, ayuda al panda a recolectar bambú, y es llamado el ‘sexto dedo’”, indicó.
Asímismo el profesor John agregó: “Muchos animales poseen este tipo de estructuras, bultos cartilaginosos, y a veces se convierten en hueso con funciones muy diferentes dependiendo de la especie. En los elefantes la estructura tiene una función simple: ayudarlos a ponerse de pie”.
Aunque los pies de los elefantes parezcan troncos, la anatomía interior es mucho más compleja. El estudio fue publicado en la revista Science.