La vaca lechera marrón de seis años huyó de su granja cuando sopechó que iban a sacrificarla. Se saltó una valla eléctrica y provocó algunos problemas de tráfico en la región de Baviera, pasando a refugiarse en unos bosques cercanos durante todo este tiempo.
Las autoridades germanas lo intentaron todo para hacerse con ella, y hasta hubo espontáneos que propusieron sus propias soluciones, que iban desde usar un toro de lidia para cautivarla hasta intentar comunicarse con ella telepáticamete, como intentaron unos psíquicos africanos.
El rumiante se había convertido en una figura en defensa de los derechos animales, muy arraigados en la sociedad alemana, pero ha terminado abruptamente su particular 'rebelión en la granja'. Así pues, ningún cazarrecompensas ha podido reclamara los 10.000 euros que ofrecía el tabloide Bild por la vaca, "viva o muerta". Preferiblemente, lo primero.