Esta raza de caballo, el Tarpán, era salvaje, fuerte, de tamaño pequeño, media aproximadamente 1.30 de altura. Pero su tamaño no detenía su ferocidad, el hombre jamás pudo domesticarlo, por esta razón fue perseguido por los campesinos de la época hasta acabar con él totalmente. De él no queda ni un esqueleto, solo las historias contadas por aquellos que lo conocieron y algunas imágenes.
El último ejemplar de esta especie que se encontraba en libertad era una yegua, esta se unió a un grupo de caballos domésticos, tuvo potros con uno de éstos y luego escapo. En el momento de su huida muchos campesinos salieron a perseguirla, lo hicieron mucho tiempo hasta que consiguieron su muerte, la yegua se cayó por un barranco y se partió la pata hasta morir. Fue así como en 1879 desaparecería el último Tarpán libre. Unos años después en el Zoológico de Moscú, moría el último ejemplar en cautiverio. Así desaparecería una hermosa raza, padre de muchos caballos.

En Polonia por el intento de tener otra vez esta raza con ellos se cruzarían varias para dar origen al llamado Konik Polski, este se asemeja en el físico al Tarpán, pero su carácter es distinto. El Konik Polski es totalmente domestico, a diferencia de éste el Tarpán era salvaje en toda su magnitud.
Aunque se cree que existían dos especies de esta raza, el Tarpán de estepa y el Tarpán de los bosques, el último se extinguiría a principios del siglo XIX. En 1919 se extinguiría por completo dejando a su semejante el Konik, con quien en la actualidad se hacen esfuerzos para dar origen nuevamente al Tarpán, tarea un poco difícil, esperemos que se pueda lograr.