El cuerpo del pez Boca de Fuego es azul con brillos violeta y en el pecho luce gamas de rojo un rojo adornado por rayas transversales. Las aletas, transparentes, dan entre ese mix de colores un aspecto tornasol o nacarado que lo convierte en un preciado pez para lucir en tu propio acuario.
El pez Boca de Fuego se adapta muy bien a los acuarios (de más de 100 litros de agua) pudiendo llegar a vivir de 8 a 10 años.
En su hábitat natural puede alcanzar aproximadamente 15 centímetros de longitud, pero en el acuario no más de 10. Los laterales de su cuerpo son achatados y la forma total ovalada, alta y comprimida; su perfil es arqueado y de uno u otro lado se pueden apreciar los mencionados colores que embelezan.
Si bien acepta comida seca y vegetal, debe ser nutrido con alimento vivo, se destaca por ser carnívoro.
Este es un pez muy territorial, que disfruta de nadar con su pareja. Ver el comportamiento, en época de celo, para conquistar a la compañera es un espectáculo de la naturaleza muy entretenido. El pez hace un coqueteo y juego arremetiendo contra el vientre de su pretendida, parece una pelea pero no lastima, solo insiste en el juego acercándose a “morder” ,sin agresividad pero con euforia, a quien desea conquistar. En caso de empatía el acercamiento se inicia en la unión de ambas bocas, al mejor estilo del beso francés.
Finalmente, después de aparearse, seleccionan un lugar limpio y protegido para depositar los numerosos huevos que han de cuidar constantemente. Tan sólo 72 horas después los huevos eclosionan y el ciclo de la vida, así de rápido, vuelve a comenzar.