Según un corresponsal de la BBC en Bangladesh, la decisión habría sido tomada luego de que se incautaran tres pieles y una gran cantidad de huesos de tigre de Bengala. Esta fue la mayor confiscación de partes ilegales de estos animales en las últimas décadas. Tras el hallazgo habrían aumentado los temores de que un grupo ilegal organizado esté operando en el lugar.
Por otro lado, los funcionarios admitieron que no tenían suficiente personal, recursos y capacitación para luchar contra los cazadores furtivos, quienes supuestamente estarían utilizando técnicas cada vez más refinadas para atrapar a los tigres.
Asimismo, Hasan Mahmud, ministro de Medio Ambiente y Bosques de Bangladesh, admitió que desde hace tiempo se debió haber creado una unidad especial para proteger a estos tigres.