El estudio, realizado por científicos de la Universidad de Dalhousie en Halifax, Canadá, indica también que es posible que las salamandras hereden el alga de sus padres.
Aunque ya se sabía que las algas verdes vivían dentro de los huevos de la salamandra común (Ambystoma maculatum), los científicos no comprendían cómo es que estas plantas se introducían en ellos.
Cuando se observaron las salamandras bajo un microscopio fluorescente, los investigadores fueron capaces de ver los pigmentos de las algas. Esto confirmó lo que muchos dudaban, que las plantas eran capaces de vivir dentro de las células de los vertebrados. “También se encontró ADN de las algas en los órganos reproductivos de las salamandras adultas”, indicó el doctor Ryan Kerney, director de la investigación, a BBC.
SIMBIOSIS
Tanto las salamandras como las algas que en ellas habitan se benefician de esta relación. “Las algas dentro de los huevos proporcionan oxígeno al embrión y a su vez éstas reciben los residuos procedentes de los embriones, que son ricos en nitrógeno que la planta necesita”, explicó Kerney.
Por otro lado, aunque estos animales solo salen de debajo de la tierra para cazar y reproducirse, ponen sus huevos en estanques, cerca de la superficie, lo que crea un ambiente ideal, soleado y protegido para las algas.