Como el loro no dejaba de repetir esas palbras, Suzy acabó confesándole a Taylor que tenía una doble vida desde hacía varios meses y una relación a sus espaldas con un compañero de su puesto de trabajo llamado Gary, con el que mantenía sus encuentros amorosos en el mismo apartamento que compartía con su novio oficial y el loro de la pareja, Ziggy.
Tras enterarse del engaño por parte de su novia, el hombre dejó a la que hasta entonces había sido su pareja y, aunque en un principio, acabar con una relación es doloroso, para este joven británico más lo fue separarse de la que era su querida mascota. “Se me rompió el corazón cuando tuve que abandonar a Ziggy, pero no podía soportar que siguiera repitiendo ese nombre”, afirmó el joven desconsolado.
El loro Ziggy encontró unos nuevos compañeros de piso gracias a un comerciante local de aves exóticas.