Los centros investigados han sido los zoológicos de Madrid, Barcelona, Castellar (Jaén), Córdoba, Guillena (Sevilla), el zoobotánico de Jerez y el Bioparc y Río Safari de la Comunidad Valenciana. "No hemos hecho ninguna valoración, pero sin ninguna duda el de Madrid está en muy malas condiciones", aclara Núñez.
Entre las situaciones denunciadas figuran las autolesiones y la violencia de unos animales a otros, "producto del estrés que padecen por su confinamiento en espacios demasiado pequeños no adaptados a sus necesidades", han afirmado hoy en rueda de prensa los portavoces de Igualdad Animal, Núñez. Y añade, "No se puede permitir usar a los animales como mero entretenimiento",
También se han documentado comportamientos inadecuados de los visitantes, que lanzan todo tipo de objetos a los recintos de los animales cuando no existe aislamiento, o, en caso de haberlo, golpean los cristales asustándolos. Por parte de los trabajadores, los malos tratos van desde golpes hasta "obligarles a realizar actuaciones, tal y como sucede con los delfines, que muestran abrasiones en sus rostros, seguramente consecuencia de los entrenadores que se ponen de pie sobre sus caras durante las sesiones de entrenamiento y las actuaciones".
Una de las grabaciones refleja la agonía y posterior muerte de una leona por negarse el zoológico a pagar a un veterinario, como puede verse en una conversación con un trabajador del centro, en uno de los vídeos grabados con cámara oculta por un infiltrado de IA en el zoológico de Guillena.
Desde Igualdad Animal consideran que los zoos carecen de cualquier función educativa y afirman que "el comportamiento que muestran los animales en los zoos es el propio de cualquier animal en cautiverio y, por lo tanto, no acercan a los niños a los animales, muy al contrario: distorsionan su visión de éstos".