Kingdom explicó que esta sustancia es un tipo de veneno orgánico y que “todos tenemos trazas de esta sustancia tóxica en nuestro cuerpo, donde cumple la función de controlar la fuerza de los latidos del corazón”.
Más allá de las revelaciones hechas en el informe, algo que los especialistas todavía no han podido determinar es cómo las ratas pueden sobrevivir a las toxinas del árbol conocido con el nombre científico de Acokanthera schimperi, del cual también se obtiene el veneno usado tradicionalmente por los cazadores africanos para matar elefantes.
MODO DE ATAQUE
La rata de crin vive en el noreste de África y a simple vista tiene un pelaje de color gris, sin embargo, cuando se siente amenazada o es atacada, encara a su agresor y muestra una parte de su pelaje -en el que resaltan rayas blancas y negras- que ha untado con el veneno que en grandes cantidades puede provocar latidos fuertes y ocasionar un infarto.
Según los especialistas, si se identifican los mecanismos que protegen a la rata crin de las toxinas, se podrían hacer nuevas investigaciones para desarrollar tratamientos para afecciones cardíacas.