Lo que mejor define al Basenji es su carácter. Este perro es travieso y testarudo y conviene educarlo con mano firme. A veces, el animal resulta bastante duro y se muestra tan arisco que suele desconcertar a los dueños demasiado permisivos. El Basenji es muy exclusivo y se pega a su dueño de tal manera que no puede soportar la más mínima señal de indiferencia por parte de éste.
Sin embargo, sus partidarios afirman que lo mejor del Basenji es su independencia. En este perro, la desobediencia es claramente un acto deliberado, igual que su comportamiento cuando se mantiene alejado de la especie canina. Por otra parte, esta raza es muy curiosa y parece que siempre está al acecho.
El Basenji no necesita ningún mantenimiento especial. Limpio por naturaleza, le hará bien un cepillado periódico y una fricción con guante de cerdas. No se le conoce ninguna fragilidad en especial, aunque siempre se habrá de evitar que coja frío pues no está acostumbrado a las bajas temperaturas.
Si se le educa desde muy joven, este perro africano se adaptará bastante bien a la vida de interior, aunque preferirá la libertad que puede tener viviendo en el campo. Señalemos a este respecto que conviene vallar el jardín en el que esté.