Esta pequeña y hermosa ave pertenece a la familia Uraeginthus bengalus y es nativo del Sur de África. Alcanza apenas los 11 centímetros de largo y una de las características principales es el diformismo sexual que existe entre las hembras y los machos, diferenciándose estos últimos por una pequeña mancha roja en las mejillas y por el azul más intenso de sus plumas.
Aunque su popularidad en Europa ha disminuido considerablemente en los últimos años, todavía gozan de fama internacional, especialmente porque son muy tranquilos. Resulta toda una novedad observarlos en época de cría, que es cuando el macho inicia un romántico ritual, que consiste en cantarle a su pareja con un pequeño pedazo de rama en el pico.
No obstante, se debe tener en cuenta que el carácter del “Azulito de Senegal” puede tornarse irritable en época de cría. Para evitar posibles fricciones entre esta especie lo mejor es separarlas por un tiempo.
El tema de las jaulas es un punto muy importante porque requieren de un espacio amplio que les permita movilizarse sin dificultad. Incluso se debe pensar en los futuros nidos que ellos mismos construirán para sus polluelos, por lo tanto, las dimensiones no deben guardar relación con su tamaño.
La alimentación es vital para que nuestra mascota viva sana y sin complicaciones infecciosas. Procurar darle siempre frutas frescas y verduras como lechuga, zanahoria, etc. También incluir en la dieta diaria insectos vivos, como por ejemplo, las moscas.
Para finalizar, los expertos en aves aconsejan que los “Azulitos de Senegal” no deben reproducirse más de 3 veces en un año, arriba de este número implicaría un desgaste físico en la hembra.