
Los perros pueden ladrar también porque necesitan más ejercicio, porque han estado encerrados demasiado rato o porque necesitan defecar u orinar. Los perros pueden también ladrar si se oye mucho ruido del exterior o si oyen a otros perros. Asegúrese que su perro hace el suficiente ejercicio y juega, de manera que esté relajado y sin energía contenida. En realidad, un perro que efectúa suficiente ejercicio, cuando está en casa, estará tranquilo e incluso tumbado descansando.
Para educar a su perro y controlar su ladrido, utilice la orden “calla” en voz baja. Prémiele si le obedece. Si continúa ladrando mucho, átele la correa al collar y ordénele “calla”. Cuando el perro le mire, ordénele que se siente y ayúdele a que se quede sentado, manteniendo el contacto visual. Ofrézcale un premio o golosina para premiar y reforzar su buen comportamiento.
Una buena educación en lo que concierne al ladrido ofrece una gran satisfacción, es normal que tu perro pueda ladrar si cree que algún extraño puede estar invadiendo su terreno, pero deberá para de ladrar cuando se lo digamos.
Como con todos los comportamientos, venceremos gracias a la repetición, y recuerda, cien veces “calla” puede que no sean suficientes, pero no desesperes y tomate su educación en serio y con paciencia.