Durante el agotador trayecto en aguas cuya temperatura oscilaba entre los 2 y 6ºC, el animal perdió el 22% de su grasa corporal. Su pequeño cachorro de un año no logró sobrevivir.
“Nos sorprendió que un animal que pasa la mayor parte de su tiempo en la superficie del hielo pueda nadar de forma ininterrumpida en aguas tan frías. Es una característica muy llamativa”, dijo el zoólogo George M. Durner en declaraciones a BBC Mundo.
El viaje realizado por las aguas del Mar de Beaufort, en el norte de Alaska, fue monitoreado a través de un dispositivo GPS que había sido colocado por los investigadores para detectar y analizar los desplazamientos de esta especie que, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, es muy vulnerable debido al cambio climático.
CRECIENTE AMENAZA
El deshielo ocasionado por el calentamiento global es una de las mayores amenazas para supervivencia de estos animales. Si bien hasta 1995 los bloques de hielo persistían durante el verano en la plataforma continental del Mar de Beaufort, el aumento de la temperatura ha hecho que las distancias entre el hielo y el continente sean cada vez más grandes, lo que obliga a los osos polares a realizar mayores recorridos en busca de su alimento: focas que viven en el mar helado.
“Esta dependencia del hielo los vuelve, potencialmente, uno de los mamíferos que corre más riesgos de extinción por el cambio climático”, señaló Durner.