Carlos Iglesias, jefe de patrullaje de la comisaría de Miraflores (Perú), quien fue el que acogió a "Julio" hace 12 años en Lince y lo llevó a todo distrito donde lo destacaban informa a un periódico: “Desde cachorro tenía instinto policial. Sin entrenamiento, le gustaba ir a los operativos y correteaba a los delincuentes”,
En diciembre pasado, “Julio” fue ascendido de teniente a capitán y tiene una estatua en su honor en la entrada de la comisaría de Miraflores.
Su carita tiene cicatrices debido a su lucha contra el hampa. En el 2005, en Monterrico, un delincuente hirió de bala a un oficial, pero no escapó porque “Julio” se le abalanzó y lo derrumbó. También detuvo a un hombre con droga camuflada, y en Miraflores se lanzó sobre un hampón que robaba en un auto. “Es un héroe, un perro inteligente y muy cariñoso”, dicen los vecinos.